Un diario en 6 verbos
El oficio de vivir: Un diario en 6 verbos
“El arte de escribir historias está en saber sacar de lo poco que se ha comprendido de la vida todo lo demás; pero acabada la página se reanuda la vida y nos damos cuenta de que aquello que se sabía en verdad no era nada.”
ITALO CALVINO
Octubre 6. Preguntar.
¿Por qué estoy aquí? parece ser la pregunta de Pavese para exponerse como autor. Un diario íntimo que evidencia el descontento. No con la obra en sí misma, ni con la calidad de su escritura. Es más bien un reflejo de una crisis existencial: “Que alguna de mis últimas poesías sea convincente no le resta importancia al hecho de que las compongo con cada vez mayor indiferencia y repugnancia”. En esa sensación de “amasijo” aparece una indisolubilidad entre él y sus textos. Los cuestiona y emerge una notoria incomodidad. Está instaurado en un género habitual y no sabe cómo hacer el tránsito hacia otro lugar. García Márquez decía que mientras más transparente es la escritura, más se ve la poesía. Pavese la veía en exceso.
Octubre 9 y 9. Conectar
La posmodernidad cuestiona la división entre la naturaleza interna y externa del ser. La sociedad anteriormente construida sobre unos grandes relatos se ve ahora forzada a establecer una nueva y compleja triada: autor, texto lector. Los límites entre la creación, la realidad y el autor ya no son tan obvios. Bertolt Brecht cuando dice “me parezco al que llevaba el ladrillo consigo para mostrar al mundo cómo era su casa” si bien lo hace desde la poesía refuerza la idea del sujeto incognoscible de Lacan. El ladrillo, él, su casa son igualmente una triada. La representación y la búsqueda filosófica y ontológica para no fraccionar la realidad. Pavese lo recrea también a partir de lo teatral como una conexión necesaria: “debe nacer de la felicísima técnica dramática para la que todo es humanidad —la naturaleza, inferior— pero también todo, en el lenguaje imaginoso de sus personajes, es naturaleza.” En definitiva modifica la relación naturalista.
Octubre 10. Explorar
Pavese, reconoce con claridad los logros al tiempo que cuestiona su entendimiento frente a los modos de creación. La razón y también el instinto juegan con las certezas acerca de los límites entre la ficción y la no ficción. En el momento que se cuestiona la realidad como autor se hace necesario explorar con mayor profundidad si algo podría ser de su autoría o no. “Esta noche, bajo las rojas rocas lunares, pensaba cómo una gran poesía podría mostrar al dios encarnado en este lugar, con todas las alusiones de imágenes que semejante trecho consentiría. De repente, me sorprendió la conciencia de que este dios no existe, que yo lo sé, estoy convencido de ello, y que, en consecuencia, otro habría podido hacer esta poesía, no yo.”
En su esencia explora si la dialéctica es consecuente con su proceso creativo, si es solo el o es Piamonte.
Octubre 11. Integrar
Las relaciones entre quien es el autor y los lugares que lo habitan o los que no quiere habitar, objetivan o subjetivan sus mirada. “¿O más bien no hay sencillamente entre mí y el Piamonte relaciones, unas conscientes y otras inconscientes, que yo objetivizo y dramatizo cómo puedo en imágenes: en imágenes-relato?” Integrarse como sujeto a un espacio cultural determinado (Piemontes o americano) incomoda a Pavese y lo lleva a construir una identidad visible frente a el como narrador.
Octubre 15. Dudar
“Y sin embargo se necesita un nuevo punto de partida. Habiéndose acostumbrado la mente a cierto mecanismo de creación, es necesario un esfuerzo igualmente mecánico para dejarlo y sustituir los monótonos frutos espirituales, que se reproducen, por un nuevo fruto que sepa a desconocido, a injerto inaudito.”
El autor siente la necesidad de reconocer el contexto para dejarse permear de ese exterior. Sin desconocer un pasado marcado por “primeras veces” en que no tenía nada que decir, esta vez la búsqueda es un imperativo para el descubrimiento. Necesita seguir ahondando para encontrar nuevos caminos. La originalidad en tanto no es una preocupación sino un impulso.
Octubre 16. Crear
“No puedo sino esperar encontrarme en otros valores históricos que no sean las revoluciones violentas y, de ellos, según mis facultades, hacer imágenes.” Sería el exilio o la sensación de fracaso experimentadas durante su vida las que llevaron a Pavese a cuestionar sus puntos de inflexión para la creación. A replantear la permeabilidad entre el personaje y el autor y hablar de humildad, al rebelarse en “otros valores”. La tensión de los excesos producidos por la renovación moral ocurrida en las revoluciones violentas lo deja sin aliento. Sin dejar la idea de celebrar en la vida las “ideas estáticas gozosas”.
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